¿Cómo producen el sonido las bocinas? Parte I

Historia del Car Audio

¿Te has preguntado alguna vez, cómo producen el sonido las bocinas? La verdad es que rara vez uno se preocupa por pensar en el funcionamiento de los aparatos o las máquinas, pues por lo común se dan por sentado todas las cosas y simplemente se utilizan.

Uno ve la televisión, escucha música, contesta el teléfono, pero rara vez se pone uno a pensar ¿cómo en realidad trabajan las bocinas?

Para hacer un poco de historia, Johann Phillip fue el primero en crear una bocina eléctrica en 1861, la cual fue capaz de reproducir tonos claros, pero también podía reproducir el habla amortiguada después de algunas revisiones. Sin embargo, Alexander Graham Bell patentó su primer bocina eléctrica, que reproducía el habla inteligible 15 años después, pues formaba parte de su teléfono.

Después muchos patentaron una serie de inventos parecidos o que mejoraban las bocinas, incluyendo a Tomás Edison y Ernesto Siemens, ¿te suenan estos nombres, verdad? Pues luego crearon grandes compañías. Pero pocas compañías fabricaron fonógrafos (como el que usó Roberto Begnini [Guido] en la película La vida es bella) y reproductores de discos usando bocinas de aire comprimido.

No obstante, estos diseños estaban limitados por su mala calidad de sonido e incapacidad para reproducir el sonido a un volumen adecuado.

La bocina, parlante o altavoz es un transductor electro acústico utilizado para la reproducción de sonido. Sigue el proceso de transducción inverso al que utiliza el micrófono dinámico para la captación del sonido. Es un instrumento compuesto de una pera de goma y una trompeta unidos. Al presionar la pera, el aire sale por la trompeta, creando sonido.

El barquillo de la bocina se puede fabricar en la casa (do it yourself), pero el material más popular es la pasta de papel, por su poco peso y alta eficiencia. También se utilizan conos dinámicos de láminas de cartón, láminas plásticas y el novedoso polipropileno para llegar a la alta fidelidad.

La bocina consiste básicamente en una casita metálica o plástica que soporta un imán permanente de forma cilíndrica, alrededor del cual y de forma concéntrica se encuentra una bobina solidaria a su vez a una membrana fabricada de un cartón especial o material plástico.

La bobina puede moverse libremente sin tocar el imán, aunque muy próxima a él, arrastrando en su movimiento a la membrana, la cual tiene forma de bobina. El diafragma no transforma la fuerza del motor en presión útil. Si la bocina está destinada a radiar bajas frecuencias, su cono deberá tener una gran superficie, para que pueda radiar suficiente potencia.

La bobina móvil está constituida por espiras esmaltadas de aluminio o cobre, montadas sobre un caballo solidario con el diafragma o simplemente soportadas por el propio esmalte. Suele utilizarse hilo platinado o ribbon con el fin de obtener mayor conducción para no chocar con menor peso y volumen.

En el entrehierro se debe concentrar el flujo magnético generado por el imán, por lo que deberá ser muy estrecho. Además deberá ser largo para que admita una gran longitud de bobina. La alineación de entrehierro y bobina debe mantenerse en todo momento.

El núcleo del cono de la bocina es un potente imán permanente. Cuanto más grande sea el imán, menor cantidad de energía eléctrica necesitara para producir igual volumen.

El chasis sobre el que va montado el imán es de acero prensado o aluminio fundido. El imán de una bocina suele construirse con una cerámica magnética anular, que crea un campo magnético de densidad de flujo B.

Este flujo se conduce al entrehierro por un circuito magnético de material férrico de alta permeabilidad (núcleo, culata, imán, pieza polar, núcleo). Si el factor de fuerza B.L. (densidad de flujo del imán por longitud de la bobina) tiene un alto valor, se asegura una buena respuesta de bocina a los transitorios, que es una pieza que está entre los hierros y la placa bascular de la bocina.

La suspensión de la bocina no es importante en ciertos tipos de música, como la música norteña y rock. En una bocina altavoz existen dos suspensiones: superior e inferior.

La suspensión superior, araña o aro centrador, consistente en un anillo de material plástico arrugado y rígido, que rodea la base del barquillo donde éste se une con la bobina. Su misión es limitar el desplazamiento del diafragma, para evitar que la bobina se salga del entrehierro y al mismo tiempo, mantener la bobina perfectamente centrada en dicho entrehierro para evitar que roce con las paredes, lo que acabaría destruyéndola.

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