Historia del Car Audio
El
fabuloso radio para carro es fiel
compañero y amigo inseparable en nuestro segundo hogar, el automóvil, leal
acompañante de viaje y por qué no decirlo un testigo de muchas historias que a
diario se plasman en nuestras vidas.
Lo
típico en los humanos es que a veces damos por sentadas las cosas, pero te has
preguntado alguna vez ¿qué es en sí el radio
para carro o cómo funciona?
El
radio para carro como tal es un receptor,
es un dispositivo electrónico que permite la recuperación de señales vocales o
de cualquier otro tipo, las cuales son transmitidas por un emisor de radio
mediante ondas electromagnéticas, es en sí misma la principal unidad en el Car Audio.
¿Cómo
funciona, entonces el radio para carro?
El receptor del radio para carro consiste
en un circuito eléctrico, diseñado de tal manera que permite filtrar o separar
una corriente pequeñísima, que se genera en simple pero maravillosa antena de
carro, por efecto de las ondas electromagnéticas.
Este fenómeno se llama inducción electromagnética, valga la redundancia, éstas llegan por el aire normalmente, aunque viajan por cualquier medio, inclusive el vacío.
Luego de amplificarla miles de veces de forma selectiva, la envía hacia un elemento con un electroimán, que es la estupenda bocina, altavoz o parlante, donde precisamente se transforman las ondas eléctricas en sonido en el sentido amplio de la palabra, llamado Car Audio si se está hablando específicamente en el automóvil.
En
este circuito existe un condensador variable, que en los antiguos radios para carro iba yuxtapuesto a una
perilla o botón de mando, de manera que al girarlo se varía la capacidad del
condensador.
El
efecto de la variación de la capacidad del condensador en el circuito es
filtrar corrientes de distinta frecuencia, y por ende, escuchar lo transmitido
por las diferentes emisoras de radio.
El
receptor de radio más simple que podemos construir es el denominado en los
orígenes radio receptor galena. Se llamaba así porque el material semiconductor
que se usaba como diodo detector, era una pequeña piedra del material galena,
sobre la que hacía contacto un fino hilo metálico al que se denominaba bigote
de gato.
Este
bigote de gato es el antecesor inmediato de los diodos de germanio o silicio
usados en la actualidad. No obstante, este material receptor antiguo y rudimentario
solo permitía la audición de emisoras potentes y no muy lejanas, ya que no
disponía de amplificación de ningún tipo.
Pero
estos receptores evolucionaron, como ya señalé. El diodo de galena fue
sustituido posteriormente por la válvula de vacío, componente electrónico
basado en el Efecto Edison, que es la
propiedad que tienen los metales en caliente de liberar electrones. Esta
válvula permitió conseguir una mejor sensibilidad.
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