Las 10 reglas de un cantante en el estudio de grabación

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1. Llega a tiempo. Cada tictac del reloj que pasa en el estudio se convierte en dinero gastado. El tiempo malgastado es tiempo no invertido en la calidad de tu disco. Como bien dice el dicho: “El tiempo perdido, hasta los santos lo lloran.” Sé eficiente con el tiempo que estás comprando, pues no es barato, cualquier aparato que requiera cierto tiempo de instalación debe instalarse con tiempo antes de empezar. Recuerda que el tiempo es considerado una de las 3 cosas más valiosas en el mundo.

2. Deja las grupis en casa. Seguramente quieras compartir la emoción de grabar un disco con tus fanáticos, amigos y familiares, serían un gran apoyo moral. Pero si cada miembro de un grupo de 5 integrantes decide invitar a 1 sola persona, ya serían muchos. Grabar un disco es un trabajo que lleva tiempo y requiere concentración, sin distracciones. Repetir toma tras toma puede bajar la paciencia de los músicos, será mejor dejarlos solos, sin espectadores que los presionen, de otra manera tampoco disfrutarán mucho y los grupis podrían ser un estorbo o una molestia.

3. Se responsable con el material. Sin instrumentos no hay música. Tu equipo tiene que estar en perfectas condiciones: afinados, con recambios nuevos, y con tiempo de sobras para asegurarte de que todo suena como tú deseas. Antes de salir confirma con el estudio el material propio que tienes que llevar cuerdas extras, púas, cables, baquetas, válvulas, etc.

4. Prepara tus canciones. Haz una lista de las canciones que tienes planeado grabar y asegúrate de que están terminadas. Deberías sabértelas de memoria y tocarlas de manera limpia y precisa. Así que dale duro en casa o donde sea tu lugar preferido: ensaya, ensaya y ensaya; mejor si utilizas un metrónomo. Todo logro requiere un gran esfuerzo. Tú no te imaginas lo que les ha costado a las personas de éxito llegar a donde están, sin duda han requerido un trabajo tesonero y extensa disciplina.

5. Prepara un presupuesto. Organiza bien a tu gente, deja todo bien aclarado y delegado al técnico de sonido. Tu presupuesto debe de ser realista, pero tampoco seas tacaño. Hay 2 formas de hacer las cosas: bien o mal, deja la mediocridad para los aprendices, compórtate como un profesional.

6. Se respetuoso. Respeta las normas del estudio, no bebas ni fumes en él. Respeta el espacio del estudio, a sus trabajadores y técnicos. No te cierres en banda a su opinión y consejo. Sé flexible. Escucha las opiniones, y toma una buena decisión. Recuerda que hay 100 maneras de hacer una canción, pero hay 1 sola que es la perfecta obra de arte. Respeta a tus compañeros de grupo y deja el drama fuera del estudio. Sé gentil y cool con todos.

7. Siéntete vivo. Tienes que estar preparado para pasar el día y posiblemente parte de la noche en el estudio. Debes ir descansado y bien alimentado, trae refrescos y algo para refaccionar. Ir de resaca no está bien. Es bueno que te relajes, pero sin pasarte del límite. Recuerda que debes de estar en las mejores condiciones para tocar o cantar de manera majestuosa.

8. Prepara referencias. Algunos músicos no tienen claro cómo explicarle al técnico el sonido que buscan. La solución es sencilla: trae referencias para que el técnico de sonido tenga algún tipo de guía sobre lo que debe trabajar.

9. Grábate tu mismo. Grabar los ensayos puede ser de gran ayuda para que el técnico de sonido se haga una idea y comprenda mejor de por dónde van la cosa y ahorrar bastante tiempo en el estudio. Si te acostumbras a grabar también perderás el miedo y reducirás la presión cuando vayas a un estudio de verdad.

10. No te vengas abajo. No te irrites. Habrá fallos, siempre los hay, pero se pueden corregir. El trabajo en equipo puede ayudar a mantener positivismo en esos momentos, así como hacer pequeños descansos para relajarte; debes tener presente la probabilidad de cometer errores. Sé positivo en todo, y lo más importante… disfruta el momento.